El ciclo del fin: Una perspectiva sobre la tv basura

‘‘Las televisiones hablan continuamente del código deontológico y regulador para evitar los contenidos perniciosos en horario infantil, pero lo ignoran, ya que la basura vende más’’, afirma de José Redondo Gonzáles, periodista y redactor del diario El País sobre el contenido de los programas que hoy aparecen en ‘la tele’.

‘‘Programas llenos de personajes zafios e ignorantes con un lenguaje procaz, mostrando la banalidad y estupidez de sus vidas’’, continúa Redondo Gonzáles en su texto ‘Televisón y ética’ y asegura que es difícil que los padres traten de inculcar a sus hijos los valores de la ética, la moral, el respeto y el esfuerzo personal estando expuestos a tantos programas insustanciales.

Según una encuesta de ConcorTV en el 2015, el 83.5% opina que entre estos programas resalta Esto es Guerra (71.6%), Combate (49.1%) y Amor, Amor, Amor (38.9%). Además la investigación concluyó que estos programas no transmiten nada educativo, promueven el mal ejemplo para niños y adolescentes, difunden violencia y exponen la vida privada de estos artistas.

Es evidente la influencia que tienen las ‘estrellas’ de estos programas que forman parte de los canales de señal abierta, en las mentes de peruanos y peruanas. Estrellas, ídolos que constituyen el futuro moral de la población. Un hecho lamentable ya que utilizan un conjunto de antivalores, mostrado a través de la pantalla, como un estilo de vida paradigmático. La televisión basura afecta no solo a las generaciones jóvenes que salen al mundo siguiendo a falsos líderes. Sino que también incita a adultos a continuar incapacitados para ampliar sus fronteras, convirtiéndolos en seres carentes de meditación o reflexión, solo dispuestos a reaccionar ante el estímulo externo, la caja boba.

Esta espiral decadente que se rehúsa a encontrar una solución ya que no existe preocupación en preservar la educación de manera cualitativa. Al contrario, existe otro ídolo que ha reemplazado el honorable propósito del transmitir información en el que los medios de comunicación fueron forjados: el Raiting. Principal causante de la deformación de la programación y pieza complementaria de ciclo de muerte del razonamiento.

Este nuevo ídolo de las televisoras constituye el ciclo del fin de una era en la que primaba cultura y comprensión de lo que se veía, o existía en las pantallas algo que requiriera de ellas. La solución es elevar el nivel cultural presentado a través de la pantalla. Apelar a la voluntad de la población de cambiar su estilo de vida y desarrollo de capacidades e inteligencias. Fomentar el deseo de calidad de vida y un camino diferente al facilismo y banalidades, que es lo que actualmente deambula por el cerebro de niños pensando en su futuro, jóvenes pensando en que es la manera de hacer las cosas y ver el mundo, y adultos obstruyendo su pensamiento y el de las generaciones más jóvenes.