Cada cosa en su lugar

Desde el 2016, según el INEI, las cifras de venezolanos en el país han aumentado a más de 750 mil. Esto ocasiona alteraciones económicas, de salud, en el entorno laboral y de inseguridad ciudadana por la cantidad de incidentes causados por los populares ‘venecos’. Los medios, en su rol de informar y entretener, prefieren adaptarse a lo que habla la mayor parte de la población. En este caso, el doble homicidio. Sin embargo, las actualizaciones sobre este tema son persistentes y hasta imprudentes. Buscan fomentar esta sensación de inconformidad frente a los venezolanos.

En el Perú la tasa de homicidios del 2016 –año en que la migración venezolana se intensificó- fue de 7,7 muertes por cada 100 mil habitantes. Las aumentaron a 7,8 en el 2017, sin embargo no son cifras alarmantes ni se muestra un cambio directamente proposcional a la cantidad de inmigrantes en el país hasta la fecha.

La migración venezolana ha suscitado un cambio de paradigmas para nuestra sociedad. Cada día es más notoria la xenofobia y animadversiones contra los ciudadanos extranjeros. De modo que la ‘mediatez’ de este crimen, perpetrado por no uno, sino cuatro ciudadanos venezolanos, no es sorpresa.

Es verdad que este delito sigue alarmando por la brutalidad del proceso y por la difusión de videos del asesinato, a través de redes sociales. Pero la liberación o privación de la libertad acaparando portadas de diarios, reportajes en televisión e invadiendo las plataformas virtuales es una alimentación del morbo del espectador.

Además, la sobre publicación de estas imágenes y actualizaciones constantes del hecho -que solo por haber sido perpetrado por ciudadanos extranjeros es mediático- fomenta el sentir xenófobo en la sociedad peruana, y exacerba el pensamiento de una mayoría venezolana delincuente. Lo que no es verdad basándonos en las cifras anteriormente explicadas.

Existe una última función de los medios de comunicación: Educar. Si queremos una sociedad libre de xenofobia, se debe dejar de dramatizar la situación de los venezolanos en el país, evitar hacer una herejía el cambio. Y ubicar cada cosa en su lugar.